Cuando comencé mi andadura por Twitter aproveché la fase en la que me documentaba sobre la plataforma y sus posibilidades para hacer una sesión en mi hospital y dar a conocer una herramienta, que ya desde el principio, me pareció tremendamente útil como fuente de información alternativa a las convencionales. Aquella sesión, una rareza en comparación con los temas clínicos habitualmente tratados, fue recibida con curiosidad y amabilidad pero la sensación que me quedó tras el debate posterior a la misma fue la de que mis compañeros mostraban aún escepticismo sobre una relación riesgo-utilidad favorable y que probablemente no la integrarían como una herramienta de uso habitual. No al menos en el ámbito profesional.
Ahora un par de años después, he tenido el honor de ser invitado a moderar una mesa sobre el tema, en el congreso de la SEMI de este año, la edición nada más y nada menos nº38. La mesa se ha titulado «REDES SOCIALES. MEDICINA INTERNA EN-RED-ADA. USO PROFESIONAL DE TWITTER». Sin embargo, debido a mi experiencia anterior comencé a preguntarme si este sería un tema de interés para el grueso de los internistas.
Con este motivo se me ocurrió volver a preguntarle a mis compañeros ¿Creéis que Twitter es una herramienta útil para vosotros como profesionales sanitarios?. Y casi a la vez lancé la misma pregunta en Twitter. En este entrada os contaré como fue el proceso y la respuesta que recibí.
Twitter en mi servicio
En nuestro servicio, muchos de los compañeros estamos conectados a través de un grupo de Whatsapp. La mayor parte de los miembros de este grupo está constituido por internistas que han estado o siguen trabajando en mi hospital. Es un grupo heterógeneo formado por médicos de edades muy distintas, de los cuales sólo el 10% son nativos digitales. A través del mismo les pregunté a estos tres sencillas preguntas: ¿Usáis redes sociales? ¿Usáis Twitter? ¿Consideráis Twitter una herramienta útil para vosotros como profesionales? Usé una plataforma muy recomendable para realizar encuestas online, los formularios de Google, y todo el proceso se realizó en el plazo de aproximadamente 10 horas de un mismo día. La encuesta era accesible desde la aplicación de Whatsapp, lo que permitía que pudiera completarse on-line, y apenas ocupaba un minuto rellenarla. El sistema no recogía datos de los participantes, por lo que todo el proceso era anónimo.
El resultado de la encuesta fue el siguiente: El 52% de los preguntados respondieron la encuesta. El 63% de los médicos que contestaron la encuesta usaba al menos una red social habitualmente, de estos el 60% usaba Twitter. Todos los usuarios de Twitter excepto uno, consideró que está herramienta era útil para ellos desde una perspectiva profesional. Los resultados pueden consultarse en la fig. 1.

La respuesta era clara. La mayoría de los usuarios de twitter en mi entorno consideraban que esta era útil. ¿pero sería una cuestión local? ¿pensarían igual otros profesionales sanitarios usuarios de Twitter?
La respuesta de los usuarios de Twitter.
Para responder a la pregunta anterior, decidí lanzar la pregunta en Twitter, en forma de un mensaje con encuesta, utilizando el Hashtag que caracteriza a los mensajes de la SEMI (#SEMITuit) y haciendo referencia a la mesa redonda que se celebraría y sus ponentes (ver Fig. 2). Gracias al efecto altavoz generado por los «retuits» de varios miembros del grupo de SEMItuiteros el mensaje llegó muy muy lejos y en el plazo de 72h, 490 personas dieron su opinión a la pregunta planteada. La respuesta fue un claro y rotundo «Si» (94% vs 6%) a la cuestión planteada sobre la utilidad profesional de la red social.

Además se generó un hilo muy interesante de respuestas donde varios miembros dieron una opinión más explicita y aportaron bibliografía con uno de los artículos que, casualmente, fue publicado en las misma fechas en la que se lanzó la encuesta. El mensaje no sólo permitió responder a la pregunta de una forma clara e inequivoca (generó conocimiento) sino que además se convirtió en una fuente de formación para sus lectores a través del contenido generosamente aportado por los usuarios de Twitter en el hilo de mensajes inspirados por el mismo, constituyéndose este por si mismo en un elemento formativo para sus lectores (ver fig. 3).
El poder de Twitter como medio para la difusión de contenido queda ejemplificado en el caso de este Tuit que generó múltiples citaciones y retuits. El dato más llamativo fue el número de impresiones (13859), el número de veces que el tuit apareció en el ‘timeline’ de alguna persona, así como el número de interacciones (874).
Ok, Twitter es útil pero …¿Por qué?
Tras estas experiencias, no había dudas, la mayor parte de los usuarios de Twitter consideran que Twitter les aporta un plus en lo profesional, pero ¿qué exactamente? La respuesta a esta pregunta sospecho que dependerá del individuo a quién se le pregunté, pero en general hay dos grandes beneficios que el sanitario puede extraer de Twitter:
1. Como herramienta de comunicación e interacción: amigos, personas referentes en un tema, compañeros de trabajo, sociedades científicas y pacientes. Esto genera oportunidades profesionales en diferentes ámbitos; contacto con grupos de trabajo en campos afines, participación en proyectos de investigación o acceder al conocimiento de un área del conocimiento médico diferente al tuyo que pueda interés por cuestiones asistenciales o de investigación.
2. Como fuente de información. La principal característica de la información en Twitter es la inmediatez y la fugacidad (hay quién lo compara con los fuegos de artificio). En cuanto a la calidad. aquí la clave reside en seleccionar a quién seguir, lo cual condicionará la «calidad» de cada timeline (la pantalla principal donde entra la información de las cuentas que sigues en Twitter). Para el médico existen múltiples opciones: revistas médicas, secciones de salud de periódicos, sociedades médicas, organizaciones de pacientes, hospitales, personas referentes en un tema, hashtags según intereses. La listas temáticas configurables según las preferencias de cada cual ayudan a ordenar el contenido y poder encontrarlos con mayor facilidad, lo cual nos resuelve la última cuestión a considerar: la cantidad de la información que se genera en Twitter y que puede ser intimidatoria por lo inabordable.
Otras vías de explotación de Twitter aún poco desarrolladas y de interés sanitario tienen que ver con la docencia (talleres de lectura y cursos masivos son algunos ejemplos de docencia organizada a través de Twitter), y la investigación en salud. La utilidad de Twitter se desprende del binomio Información-Comunicación, sin olvidar que Twitter en esencia es una red social.
Finalmente, el ejemplo que hemos planteado resume bien la utilidad a partir del seguimiento de un único Tuit que genera conocimiento y proporciona formación amplificando y enriqueciendo el conocimiento generado.
Para obtener una visión más completa de los que Twitter puede ofrecerte como profesional te recomiendo que le eches un vistazo a la sesión del día 23 de noviembre en la que unos ponentes de lujo como fueron los Doctores Jose Juan Gómez de Diego y Julio Mayol, y las Doctoras Marían García y Olga Araujo nos contaron su experiencia profesional con la red social y los motivos por los que consideran que Twitter es una herramienta útil para el médico como profesional.
Por otro lado están los argumentos para no usar Twitter, qué también los hay, pero como escribió Michael Ende al final de La historía Interminable «esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión».